viernes, 28 de junio de 2013

SÍNTOMAS DE ESTRÉS EN EL MAESTRO





¡Pincha la imagen para conocer tu estrés como el maestro!

- Pensamientos negativos frecuentes.
- Sensación de ahogo, ansiedad.
- Atención a los latidos del corazón, palpitaciones.
- Tener la boca seca, el estómago revuelto, indigestión, náuseas.
- Cansancio, fatiga, actitud letárgica, sentirse exhausto, dificultad para conciliar el sueño, mareos, dolores de cabeza, estar enfermo con frecuencia.
- Sudoración, especialmente en las palmas de la mano y en el labio superior, sofocos.
- Frecuentes deseos de orinar.
- Tensión muscular, preferentemente en las mandíbulas, rechinar de dientes, puños cerrados, espalda encorvada, dolor y molestias musculares generales, calambres.
- Inquietud, hiperactividad, comerse las uñas, tamborilear con los dedos, dar golpecitos con el pie, temblor en las manos.
- Comer demasiado, pérdida de apetito, aumento de consumo de cigarrillos.
- Búsqueda de estimulantes.
- Apatía en el trabajo.

      El apoyo técnico o emocional puede tener una gran influencia en la prevención y tratamiento del estrés en profesores. El Orientador educativo debe estar atento a estas señales, ya que haciendo una labor preventiva se podrán paliar los efectos degenerativos que causan un efecto cíclico negativo y que acabaría en el efecto del Maestro quemado  Born- Out.  Al maestro se le atribuye la responsabilidad  de los resultados académicos de todos sus alumnos como único agente, y éste  llega a creerse que lo és. Si todo va bien y los resultados son positivos, no pasa nada, el maestro se cree muy bueno en su labor. Pero si los resultados no lo son, entonces baja la motivación por el trabajo, y es más posible que la actividad educadora posterior sea menos eficaz que su práctica anterior. Si este ciclo se repite mucho tiempo  se llegará a agravar la tensión y sentimientos de impotencia. 

           El maestro como trabajador de la comunicación que es, suele acudir a sus compañeros para comentar sus problemas, pero si éste se siente aislado debido o bien por vivir en un ambiente de trabajo demasiado competitivo y poco acostumbrado a la colaboración, éste no pedirá ayuda. Si las prácticas de trabajo en la escuela son de trabajo en equipo, de responsabilidad compartida, pero con las tareas bien definidas. Con el espíritu de “Si tú ganas, yo también gano” es más fácil que el estrés no se agrave. Respetarse mutuamente y procurar resolver conflictos en lugar de ignorarlos y mirar a otro lado, favorecerá el ambiente de trabajo.
        

ESTRATEGIAS DEL ORIENTADOR ESCOLAR PARA AYUDAR AL MAESTRO

-         Poner atención a los síntomas psicosomáticos.
-    Ofertar terapia cognitiva: enseñarle a redirigir el diálogo interno en sentido positivo, evitando siempre que podamos las valoraciones negativas de sí mismo y sustituirlas por pensamientos positivos que refuercen su autoestima.
-    Descubrir qué hábitos en su rutina (tanto personales como en el trabajo) le llevan a repetir siempre los mismos errores y ayudarle a romper con esos hábitos diseñando hábitos más saludables o que le lleven a adquirir más habilidades como por ejemplo: de comunicación asertiva, buscar cosas positivas de los problemas del trabajo diario y no verlo como obstáculos en su trabajo.

-        Practicar las técnicas de relajación.
-         Practicar deporte.
-         Oir música.
-         Buscar un rincón o lugar para “aislarse” unos minutos y recargarse.
-        Derivar al médico para su valoración y posterior tratamiento.

Otros blogs:
http://www.estres.edusanluis.com.ar/2012/03/consecuencias-del-estres-docente.html

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