jueves, 19 de septiembre de 2013

HACIENDO LOS DEBERES.CUANDO LOS NIÑOS TIENEN DISLEXIA Y/O T.D.A.H.

Las orientaciones que siempre doy a los padres a la hora de hacer las tareas escolares en casa han estado centradas, primero, en crear hábitos, ya se tratara o no de un niño con necesidades educativas especiales.

Empezaremos pues, por realizar las tareas escolares en el mismo sitio y a la misma hora, graduando poco a poco el tiempo empleado y el número de tareas a realizar. Se trata de establecer rutinas que luego se convertirán en hábitos.

Sí, esto los sabemos todos; pero, ¿si es el propio niño el que empieza por no entender por qué en casa tiene que hacer tareas escolares?. No es raro que cuando hay dificultad en hacer una tarea inmediatamente la motivación baje y es difícil que un niño de forma espontánea acepte hacer cosas que le resultan penosas. Pero cuando son pequeños, además les cuesta entender que el sitio de descanso: su casa, se convierta en una extensión de su lugar de trabajo: la escuela. ¿Por qué tengo que hacer deberes si yo ya he trabajado en el colegio? En casa juego, descanso, veo la tele, estoy con mis padres y hermanos, disfruto…. Además ahora que vuelvo de vacaciones en mi casa ya no puedo hacer todas estas cosas que he estado haciendo hasta hace poco y tantos días: jugar, no estar pendiente del reloj. De repente, todos dicen que se hace tarde para desayunar, cenar, acostarse, bañarse…. Por medio de las rutinas, incluso en el orden de abordar cada asignatura o tipo de tarea, podemos convencerles que en casa también vamos a aprender cosas del colegio. Como apoyo para establecer una rutina recomiendo los paneles de actividades por medio de dibujos que corresponden a actividades, si se trata de niños pequeños no lectores aún. La norma escrita tiene un poder muy potente en los niños. Es más difícil no hacer caso de una norma escrita que una orden oral.

La graduación de los deberes dependerá de la capacidad del niño, de sus funciones ejecutivas, y del grado de madurez. Como niño con dislexia o con TDAH, hay que insistir en el colegio para adecuar el número de tareas a realizar según la capacidad y motivación del niño. Estos deberes y su graduación serán controlados por el profesor y con reuniones periódicas se irán adecuando a tenor de los progresos del niño. Ni hay que pretender que todos los niños de una clase hagan las mismas tareas, ni tampoco que por norma los niños con n.e.e. hagan menos tareas siempre. Les sugiero que más que quitar tareas, sea el profesor quien valore de los deberes aquellas tareas imprescindibles (de un color, rojo por ejemplo),  importantes (verde) y poco importantes (amarillo). De esta forma, los padres podrán regular el esfuerzo de su hijo según el criterio del profesor.

La importancia de los tiempos: para los niños con dificultades el descanso, pequeño de unos cinco minutos, es imprescindible. Cuando se enfrentan a una tarea, en lo único que piensan es cuándo se acaba. Les horroriza ver lo largo que es un texto, una actividad. Así que propongo parcelar las tareas, incluso si el profesor lo autoriza, partir una tarea larga en varias cortas en páginas diferentes. El hecho de pasar la página les motiva y les hace estar contentos con su trabajo. Es un reforzador natural.
Cuando sea necesario, si se demora mucho al realizar una tarea simple hay muchos métodos y sistemas para mejorar:
-         Construir un reloj de arena con dos botellines de agua y arena de plaza colada, haciendo el agujero más o menos pequeño para regular el tiempo.
-         En internet hay relojes grandes de cuenta atrás con alarmas que pueden servir al niño pequeño.
-         Los temporizadores de los móviles que usamos hoy en día.

Siempre trabajando con reforzadores: un abrazo, una felicitación pública (ante sus hermanos, familiares), una sonrisa o unas palabras de aliento es lo mejor que podemos hacer por nuestro hijos. Adiós a comentarios como: - ¿Qué lento eres?, ¿Todavía estás ahí?, ¿No vamos a acabar hasta las diez de la noche!
Reconociendo sus pequeños logros haremos del estudiante una persona con autoestima y con fortaleza.

 Maite Casaña.

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