A lo
largo de mi experiencia profesional he recibido demanda de orientación en diversos casos de mutismo selectivo en la
etapa de educación infantil. Desde luego, debe abordarse cuanto antes ya que
puede tratarse de un síntoma en el transcurso de un trastorno general del
desarrollo o de un trastorno psiquiátrico
y no de un simple trastorno de la conducta. Además, se sabe hoy en día, que un
mutismo total o progresivo tiene una historia previa de mutismo selectivo o de una
incipiente aversión a hablar. Por lo tanto, tan importante es la detección
precoz como el tratamiento precoz del mutismo selectivo, pues si “esperamos a
que el niño se decida a hablar” y si se trata de un niño con una personalidad
retraída socialmente, dependiente, tímida y perfeccionista, puede consolidarse
este mutismo y complicar su tratamiento.
Como
introducción al caso, les invito a leer la Guía para la detección precoz e intervención en mutismo selectivo de Navarra. Creena (Centrode Recurso de Educación Especial de Navarra). Es una excelente herramienta para
los maestros para poder abordar este problema que generalmente se detecta en
los primeros años de escolaridad, en la etapa de educación infantil.
Criterios diagnósticos en el DSM-V. El mutismo selectivo es la
incapacidad persistente de hablar en situaciones sociales específicas cuando es
de esperar que se hable, pese hacerlo en otras situaciones (criterio A). Dicha
alteración interfiere en el rendimiento escolar o laboral (criterio B). La
alteración debe durar por lo menos un mes y no se limita al primer mes de
escolaridad.(criterio C). No debe diagnosticarse si la incapacidad del sujeto
para hablar se debe sólo a una falta de conocimiento (o de fluidez) de la
lengua hablada requerida en la situación social (criterio D).Tampoco, si no se
explica mejor por ser propio de un trastorno de la comunicación (p.ej.
tartamudeo) o TGD, esquizofrenia o trastorno piscótico. (criterio E).
Los síntomas y trastornos asociados al mutismo selectivo son: la
timidez excesiva, miedo social, aislamiento y retraimiento social, “pegarse” a
otros, rasgos compulsivos, negativismo, pataletas o comportamiento controlador
o negativista, especialmente en casa. Aunque los niños con este trastorno suelen
poseer unas habilidades lingüísticas normales, ocasionalmente tienen asociado
un trastorno de la comunicación (por ejemplo: un trastorno fonológico,
trastorno del lenguaje expresivo o trastorno mixto del lenguaje
expresivo-receptivo) o una enfermedad médica que cause anormalidades de la
articulación. También puede asociarse trastornos de ansiedad (especialmente
fobia social), retraso mental, hospitalización o estrés psicosocial grave.
De la Guía para la detección,
evaluación e intervención precoz en la escuela diseñada por Carmela Corté,
Consuelo Gallego y Pilar Marco, quisiera destacar el modelo explicativo de la
génesis y desarrollo de este trastorno de la conducta.
FACTORES QUE PREDISPONEN
Condiciones personales, familiares y escolares que lo hacen más vulnerable y
proclive a desarrollarlo
- Contexto personal:
. Características de personalidad (vulnerabilidad, inhibición…)
. Déficits de aprendizaje (problemas lenguaje oral, habilidades sociales…)…
- Contexto familiar:
. Modelado de evitación de las relaciones sociales
. Estilo educativo (sobreprotector, autoritario…)
. Características de personalidad de madre/padre/…
- Contexto escolar:
. Estilo educativo (autoritario, condescendiente, variable..
. Competencia y estilo relacional del profesor…
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FACTORES QUE PRECIPITAN Condiciones y circunstancias negativas y puntuales que aparecen en la vida del niño, que, en interacción con los anteriores, pueden desencadenar la aparición del mismo. - Vivencia de acontecimientos vitales, como traumáticos o estresantes (inicio de la escolaridad, hospitalización, separación de la madre, cambios de residencia, circunstancias familiares adversas, inmersión en L2…) |
COMPORTAMIENTO - MUTISMO
- Mutismo
- Conductas ansiedad, evitación y escape.
- Mutismo
- Conductas ansiedad, evitación y escape.
FACTORES QUE REFUERZAN Y MANTIENEN Las consecuencias que el mutismo del niño genera en sí mismo y en los entornos habituales, refuerzan y mantienen el mutismo. - Vivencia de disminución de ansiedad al evitar situaciones de exigencia de habla… - Acomodación del entorno a la conducta del niño… - Exceso de atención recibida… - Cogniciones, expectativas y comentarios de aceptación del problema… - Aceptación de respuestas no orales... |
PRESENTACIÓN
DE DOS CASOS DE MUTISMO SELECTIVO EN HERMANAS GEMELAS.
Carmen
y Paula son hermanas gemelas de cinco años que ingresan en la escuela pública
tras estar escolarizadas desde los tres años en otra escuela del mismo
municipio.
Factores relevantes en el ámbito
emocional y afectivo:
Contexto escolar:
A los
tres años se escolarizan en un colegio concertado y se detecta como factor
estresante para las dos hermanas la escolarización. Se aprecia vulnerabilidad
con respuesta de ansiedad ante personas no familiares, incluso siendo
familiares directos como tíos, muestran retraimiento.
En
estos dos cursos no se observaron avances en el retraimiento de las dos
hermanas y además tenemos que señalar que en su misma aula estaba escolarizada
una niña con trastorno generalizado del desarrollo con muchas muestras de
agresividad hacia sus compañeros de clase y graves problemas de conducta en el
aula, que no favoreció un ambiente de tranquilidad y aceptación en el
aula. Pese a los pequeños avances
experimentados en el primer curso (infantil tres años), en el segundo curso
hubo una clara regresión por los problemas que ya hemos señalado. Además en
este segundo curso el estilo de su profesora era muy condescendiente y también
variable que no dieron a las hermanas la seguridad suficiente para progresar
adecuadamente.
Contexto familiar:
Estilo
educativo sobreprotector, buscan excusas
ante las dificultades manifiestas de sus hijas y se sienten responsables
de su comportamiento pero no le dan importancia en un principio.
Manifiestan
sus padres, ambos, que de pequeños eran tímidos, como sus hijas.
Dado
que no hablan con los niños en el parque
tampoco suelen llevarlas muy a menudo, resultando una forma de evitación de las
relaciones sociales. También y debido al apego que muestran hacia sus padres no
les dejan con otros familiares nunca.
Contexto personal:
En un
principio únicamente detectamos en Carmen problemas de vulnerabilidad y
conductas de evitación, siendo su hermana Paula más abierta y deseosa de
interactuar con los demás niños.
Diagnostico
inicial: Mutismo selectivo en Carmen por
factores personales, familiares y situaciones estresantes en ámbito escolar y
en Paula conducta de imitación a modo de “pacto entre hermanas” de no hablar en
el colegio.
Factores que reforzaron dicha
situación y la agravaron:
Al
tratarse de un municipio pequeño, a pesar de cambiar de centro escolar, ya eran
conocidas por su negativa a hablar con los demás niños en el parque. Recibían
las dos una atención especial por parte de las demás niñas, a sus amigas les
“hacía gracia” que no hablaran y continuamente hacían referencia de este
comportamiento a los nuevos niños que aparecían en el parque. Esta conducta era
reforzada, eran singulares y se hacían entender por señas, no eran rechazadas
por ello, sino todo lo contrario, eran las hermanas que no hablaban pero
jugaban, y recibían atenciones y un cariño especial por parte de los demás
niños.
PRIMER
PASO: CONCIENCIACIÓN DEL PROBLEMA A LOS PADRES.
Dado
que las repercusiones que ya tenía en el aprendizaje escolar eran más
evidentes, al cambiarse a la escuela pública y coordinada con la maestra de
tercero de educación infantil, iniciamos el tratamiento.
Fueron
necesarias varias reuniones para concienciar a los padres del problema y de la
importancia de iniciar un tratamiento, para lo cual necesitábamos su
colaboración directa. En estas sesiones se abordaron los factores familiares
que predisponen a la aparición de este trastorno de conducta y lo mantienen.
Sugerimos que frecuenten más el parque pero de forma individual. La dependencia
de Paula con su hermana era muy grande y ésta no hacía nada sin su aprobación.
Aunque tenían amigas diferentes y parecían independientes la una de la otra, en
realidad se vigilaban y observaban mutuamente. Es por esto que les pautamos
ratos de juegos en el parque pero separadas.
También
les recomendamos que no salieran en su defensa siempre que un adulto (vecino,
familiar) les hablaran y las niñas no contestaran, ya que esto no hacía sino
reforzar esta conducta. Durante estas reuniones no se obtuvo una verdadera
colaboración hasta que no les expusimos las consecuencias negativas que tenían
en su aprendizaje. Es comprensible que los padres no entiendan la alarma que
este comportamiento crea en el maestro, ya que para ellos sus hijas estaban muy
bien, ya que hablaban en casa perfectamente y les contaban todo lo que en el
colegio hacían.
SEGUNDO
PASO: PAUTAS DEL TRATAMIENTO.
Debido
a las dificultades que existían para que los padres asistieran la las sesiones
de tratamiento y a que, yo misma no podría hacer un seguimiento de todo el
tratamiento directamente, decido lo siguiente:
-
La maestra
incrementaría la relación personal con cada una de ellas, teniendo unos minutos
al día de atención exclusiva, donde al principio jugarían a cualquier juego no
verbal, pero luego tendría que introducirse poco a poco juegos donde se tuviera
que emitir algunos sonidos.
-
Se diseña un
sistema de economía de fichas para reforzar la conducta de habla, a la vez que
se inicia el tratamiento.
-
La madre grabaría
en casa algunas conversaciones mantenidas con cada una de sus hijas. Unas veces
podría ser un comentario de un cuento que les había leído previamente, otras
veces hablaban de una excursión del colegio, o de las canciones que cantan sus
compañeros en clase.
-
Estas grabaciones
nos las mandaba al colegio y seleccionando las grabaciones eran visionadas por
la profesora y con cada niña individualmente, en ese “tiempo especial” que
dedicaba a ellas cada día.
-
El tratamiento
tradicional consiste en invitar a los padres a las sesiones para que la
conducta de habla con sus padres pueda generalizarse en el colegio también.
Debido a la reducción de jornada del Gabinete Psicopedagógico no pude realizar
este tratamiento y es por lo que ideamos esta forma inusual de tratar este
problema.
TERCER PASO: EVOLUCIÓN Y PAUTAS A SEGUIR.
-
Los avances fueron
lentos, pero en un mes, primero Paula, tal y como habíamos predicho y luego,
Carmen, fueron emitiendo sonidos en voz muy baja y respuestas verbales en las
situaciones de juego y de imitación que se proponían.
-
El vídeo se
visionaba delante de la niña. La maestra veía cómo la niña hablaba de cosas del
colegio, cómo cantaba, de forma que la maestra ya sabía que podían hablar. Luego la maestra le hacía las mismas preguntas o le
proponía los mismos juegos que su madre en el vídeo y poco a poco hubo una
respuesta. Primero al oído para luego normalizarse progresivamente.
-
Esta respuesta positiva
era reforzada y Carmen siempre era sabedora de los “premios” que su hermana
lograba.
-
A los dos meses el
habla ya se producía en el aula en presencia de otros niños, pero siempre en
voz muy baja.
-
Y al final del
curso ya empezaron a hablar con algún otro maestro: su profesor de música y de
inglés.
-
Durante el
siguiente curso (durante el cual ya no estuve en el centro) se apreció una
regresión, pero la maestra que estuvo haciendo el tratamiento durante todo el
año advirtió a su nueva profesora de la importancia de continuar con la misma
línea de trabajo.
Como
vemos no siempre la respuesta es rápida y de fácil generalización, pero estamos
ante un situación de mutismo selectivo que se alargó demasiado en el tiempo y
donde se debía de haber tratado mucho antes. Es por lo que insistimos en este
artículo de la importancia precoz de la detección y del tratamiento.
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