martes, 16 de septiembre de 2014

LA TEORÍA POLIVAGAL DE STEPHEN PORGES

Esta interesante entrevista traducida y publicada en el blog bitnavegantes apunta la correcta dirección del tratamiento de varios trastornos del sistema nervioso que hoy en día  se practican (aunque no se conozca la teoría polivagal):  Son los tratamientos de terapia auditiva de los centros de Optometria conductual. 

De dicha entrevista destaco este fragmento, aunque recomiendo leerla en su totalidad.
Asi es como la teoría polivagal considera la evolución del sistema nervioso autónomo y su organización, pero también hace hincapié en que el sistema vagal no es una sola unidad, como se piensa desde hace mucho tiempo. Actualmente hay dos sistemas vagal, uno viejo y uno nuevo. De ahí es donde viene el nombre de polivagal.

La etapa final, la más reciente, sólo aplicable a los mamíferos, se caracteriza por un vago que tiene vías mielinizadas.
El vago es el nervio principal del sistema nervioso parasimpático. Tiene dos ramas principales. La más reciente está mielinizada y está vinculada con los nervios craneales que controlan la expresión facial y la vocalización.

R.Dykema: Lo cual es totalmente beneficioso para alguien que nos mira, ¿no?

S.Porges: Sí, o para nosotros mirarlos a ellos, o para la comunicación y la señalización, o incluso la música. Nos olvidamos de que la escucha es en realidad un "motor" de actuación y consiste en tensar los músculos en el oído medio. Los músculos del oído medio están regulados por el nervio facial, que también regula el levantamiento de los párpados. Cuando usted está interesado en lo que alguien está diciendo, levanta los párpados y tensa al mismo tiempo los músculos del oído medio. Entonces está preparado para escuchar su voz, incluso en entornos ruidosos.

R.Dykema: Interesante. ¿Cómo se aplican estos principios o conclusiones en un entorno de tratamiento?

S.Porges: Digamos que usted es un terapeuta, un padre o un maestro, y tiene unos clientes, estudiantes o niños con la cara plana, sin expresión facial. Una cara sin tono muscular, de párpados caídos y mirada esquiva. Es muy probable que ese individuo también tenga hipersensibilidad auditiva y dificultad para regular su estado corporal. Estas son las características comunes de varios trastornos psiquiátricos, como los trastornos por ansiedad, personalidad límite, trastorno bipolar, autismo o hiperactividad. El sistema neuronal que regula tanto el estado del cuerpo como los músculos de la cara, le pondrá fuera de línea. Por lo tanto, las personas con estos trastornos a menudo carecen de afecto en sus caras y están nerviosos, porque su sistema nervioso no provee de información para calmarlos.
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